La música en Brasil se ha desarrolado en dos frentes diferenciados, por una parte, la tradición escrita, de origen europeo, también llamada “erudita” o de “concierto”, y la tradición no escrita, combinación de las músicas europeas, indígenas y africanas, correspondiendo a las múltiples formas de la música popular. Ambas presentan personalidad propia, y en algunos momentos se entrelazan. En Brasil esos encuentros entre lo popular y lo erudito tienen, sin embargo, una importancia específica, ya que en ellos se encuentra, sin duda, la marca genuina de la producción musical brasileña, que la distingue y diferencia de muchas otras, con su propia personalidad.
La tradición de la música escrita se desarrolla en los siglos XVI al XVIII, va íntimamente ligada al culto religioso católico y su implantación en un medio no acostumbrado a esta música es lenta. Los lugares principales de penetración son Bahía, Olinda (Pernambuco), Río de Janeiro, São Paulo y Minas Gerais. Los músicos son generalmente artesanos mulatos, reunidos a veces en colegios corporativos. Destaca la música mineira en el siglo XVIII: redescubierta por el musicólogo Curt Lange, esta música muestra un cierto carácter sistemático, por su presencia importante en la cultura local y por los recursos de ejecución movilizados.
El traslado de la corte de Don João VI a Brasil, en 1808, motivado por la invasión napoleónica, da impulso a la vida musical en Río de Janeiro, movilizando instrumentistas y coros dedicados prioritariamente a la música religiosa.
La creación del Conservatorio Musical, en 1842, fomenta el desarrollo de una música instrumental no religiosa, a lo cual contribuyó la figura de Francisco Manuel da Silva (1795-1865), autor del Himno Nacional. El primer autor de expresión internacional, sin embargo, será Carlos Gomes (1836-1896), cuya ópera "Il Guarany", estrenada en la Scala de Milán, llama la atención por la combinación de los rasgos típicos de la ópera italiana con el mundo indigena de América. Todavía en el siglo XIX, algunos nacionalistas románticos, como Alexandre Levy (1864-1892) y Alberto Nepomuceno (1864-1920), buscan aclimatar la música de cámara y sinfónica al ambiente local, utilizando ciertos ritmos y temas de la música popular (es decir, de la tradición no escrita). Al lado de éstos, hay aquéllos que, bastante cercanos a la música europea de finales de siglo, como Henrique Oswald (1852-1931) y Glauco Velasquez (1884-1914).
Los orígenes de la música popular o no escrita se remontan a un período de aculturación de elementos portugueses, indígenas y africanos, en los primeros siglos del periodo colonial.
Sobre la presencia africana, se debe decir que los contingentes de africanos esclavizados trajeron una infraestructura rítmica relacionada con los gestos danzantes y vocales que pasaron por siglos de sincretismo. Éste, conectado con las estrategias ambivalentes de adaptación y de resistencia del esclavo, así como con una cierta porosidad cultural del esclavismo brasileño, que se prolonga hasta finales del siglo XIX, da el tono a la formación de la música brasileña.
Brasil ha tenido también un papel destacado en la tradición clásica. Se considera que el primer gran compositor brasileño fue José Maurício Nunes Garcia, que vivió la transicción entre el Brasil Colonial para el Brasil Imperial, sendo facilmente inserido en el período Clásico. Durante el Romanticismo, el nombre más destacado fue Antônio Carlos Gomes, compositor de óperas, entre ellas "Il Guarany", su ópera más famosa.
Todavía, solamente en el siglo XX la música clásica brasileña adquirió sus características más marcantes. Dos tendencias pueden ser observadas:
* la nacionalista, que asimila los elementos de la cultura indígena y africana mezclada con la tradición europea. Compositores de esta corriente son: Villa Lobos, Alberto Nepomuceno y Mozart Camargo Guarnieri;
* la vanguardista, que adopta las tendencias modernistas del mundo, que incluyen el atonalismo, el dodecafonismo y el serialismo. Es representada por compositores como Cláudio Santoro, Jorge Antunes y Edino Krieger.
Actualmente, hay en la música clásica brasileña elementos modernistas y tradicionalistas (neo-tonalismo). Ejemplos de compositores de esta fase son: Amaral Vieira, Osvaldo Lacerda, Ronaldo Miranda y Edson Zampronha.
Géneros Musicales Típicos Brasileños:
* Brega
* Choro
* Samba
* Bossa-nova
* Tropicalismo
* Música Popular Brasileña
* Música de Pará
* Baião (música)
* Música sertaneja
* Pagode (música)
* Maracatu
* Frevo
* Forró
* Ciranda
* Géneros gauchos
* Lambada
* Funk carioca